miércoles, 24 de febrero de 2021

Habemus portada

 


¡Miércoles Addams! 
Hoy no podía ser de otra manera.¡He aquí la portada de Inevitables!

    Lo primero que voy a decir es que depende en qué formato o en qué dispositivo, la tonalidad cambia... Supongo que no sabré seguro el tono exacto hasta que tenga el libro en papel en mis manos, pero tono arriba o tono abajo, me parece que ha quedado preciosa. Y sí, me hecho flores porque me ha costado lo más grande dar con ella. Que como todo en la vida, habrá a quien le guste y a quien no, pero yo estoy satisfecha con el resultado y eso es primordial. 

    Inevitables. ¿Qué nos dice esta portada? Que el título sea solo una palabra es una forma de cerrar la historia y esta palabra me parece muy ELLOS, muy Cassandra y Oliver. Aunque un poquito más de Cassandra, ya veréis por qué. Ella también es la sutil mariposa sobre un fondo a color. Oliver sería las manchas de pintura, aunque no es exactamente pintor, pero por ahí va la cosa. Sería el color, los trazos aleatorios, las salpicaduras. 

    Le di muchas vueltas a esta portada, incluso me planteé contratar a alguien que la diseñara, pero a base de pensar, probar y quedarme sin neuronas, di con ella. Me parece que el resultado con el fondo blanco es sencillo y elegante y el conjunto de colores la hace llamativa, o a mí me lo parece. La contraportada también es muy bonita y saldrá a la luz mañana, junto a la sinopsis. 

    Tengo que decir que el montaje ha sido obra de mi prima, que siempre está dispuesta a ayudarme en este mundo tecnológico que yo apenas domino y que gracias a ella, tengo portada. ¿Qué sería de nosotros sin aquellos que están siempre dispuestos a echarnos una mano? Ya lo aviso, la página de agradecimientos de Inevitables, será más larga de lo habitual. 

    Y mientras tanto, yo cada vez estoy más nerviosa porque a pesar de estar de vacaciones, me falta tiempo. El proceso que conlleva crear un libro es muy largo y complejo. Son muchísimas horas de trabajo, son mil calentamientos de cabeza y muchas preocupaciones varias. En mi caso, escribir la historia es lo fácil, lo rápido. Lo que viene después, todas las páginas añadidas al principio y final, con su portada y contraportada, la sinopsis, el índice, el formato en papel y ebook... Mucho, muchísimo trabajo. 

    Ahora es cuando pienso lo sencillo que es todo cuando una editorial se encarga de tu libro, pero no sé por qué, desde el principio sentí que esta historia no podía dejarla en manos de nadie y no sé si será un acierto o no, pero es lo que me piden ellos, sus personajes, que son para mí tan reales que me da hasta miedito. Ojalá lo sean para vosotros también. Sería la mayor recompensa a tanto esfuerzo. 

Y por hoy se acabó que tengo mucho que hacer, ya los oido llamándome 😄. Tiempo, detente, deja de avanzar. ¡Qué fácil sería!

Hasta el miércoles que viene.

miércoles, 17 de febrero de 2021

Habemus título: Inevitables

 


¡Miércoles Addams!

¡Por fin, por fin, por fin!

    Estoy emocionada, ¿se nota? Por fin he anunciado el título de mi próxima novela. Y qué difícil ha sido. El que más, sin duda. Esta historia comenzó con un título, tras la primera revisión  lo cambié, pero ninguno terminaba de convencerme. Fue este mes de enero, mientras leía "Si los monstruos no se van" de Elsa García, cuando la palabra "Inevitables" me traspasó. Me pareció perfecta. Por el significado y por el hecho de que sea solo una palabra, algo que tiene que ver mucho con el libro, pero que no quiero revelar. 

    Soy partidaria de dejar que un libro te sorprenda y por eso no me gustan nada las sinopsis que te desvelan todo el libro. Tampoco me fue fácil escribir la sinopsis de Inevitables, aunque eso ya lo contaré más adelante, cuando la publique. Y no falta demasiado para eso, aunque primero irá la portada. Una portada que me tiene enamorada, por cierto. 

    En el post que subí a Instagram con el título, también publiqué el nombre de los protagonistas. Os presento a los causantes de mi emoción. Ellos son Cassandra y Oliver. Aunque tampoco sería justo decir que esta historia es solo de ellos, porque no sería cierto. Junto a ellos hay todo un elenco de lo más variopinto y todos y cada uno tienen un rinconcito de mi corazón. 

    ¿Os presento a los demás? Venga a modo regalo por leer el blog, jiji. Sophie es la hermana pequeña de Cassandra. Lara es la amiga de Cassandra. Nacho es el amigo de la infancia de Oliver y Javi es el compañero de instituto y también amigo. Esta historia no sería lo mismo sin ninguno de ellos y todos tienen su propia trama, pero los protas son Cassandra y Oliver. Y menudos dos protagonistas. Él tan joven y pasional. Ella, unos años mayor y un poco niño de papá... 

    ¡Se acabó! No cuento nada más, pero es que ardo en deseos de echarlos a volar, aunque a la vez sé que será una de las más difíciles de soltar.  Porque esta historia me vino de repente mientras veía una película y se me metió tan dentro que tuve que ponerme a escribirla cuando dije que me iba a tomar un tiempo de descanso. Supongo que las mejores cosas vienen así, cuando no las esperamos. ¿Cierto?

    Poco más por hoy, el hecho de tener título ya me parece toda una hazaña, pues pensaba que tendría que titutarlo "Proyecto C y O"😂. ¿Os gusta? ¿Qué os sugiere?

¡Hasta el miércoles que viene!

miércoles, 10 de febrero de 2021

Mi proceso de escritura


¡Miércoles Addams!
Por aquí estamos de nuevo, casi a mitad de febrero, así de repente.

    Como anuncia el título, hoy quiero compartir cómo es mi proceso de escritura. Y digo "mi" porque no soy ninguna entendida (me considero bastante novel) y seguramente no tenga nada que ver con el de ninguna otra persona.

    Hace tres días (7 de febrero)  acabé de escribir la historia de S y Y. La sensación que se me queda después de ponerle fin a una historia con la que he convivido tanto tiempo, es indescriptible. Es como un vacío, a la vez satisfacción, ilusión, dudas, felicidad... De todo un poco. Ahora le estoy dando un repaso rápido para pasársela a mis lectoras cero y ya olvidarme de ella durante un tiempo porque mi cabeza ya ha cambiado de etapa. 

    El 9 de abril sale a la venta mi nuevo libro. Esta vez me he atrevido a dar una fecha de publicación y eso quiere decir que tengo que marcarme unos tiempos. La historia de C y O la terminé en agosto y desde entonces he ido puliéndola, pero aún le faltan los últimos retoques, además de la sinopsis, la portada, los capítulos, los agradecimientos... Es decir, falta todo el libro, porque el manuscrito solo es eso, un manuscrito. El proceso de convertirlo en libro es mucho más complejo y quiero hacerlo muy pero que muy bien. Es por eso que no me puedo dormir en los laureles. También quiero hacer algo que he visto a las grandes escritoras y es hacer la última corrección sobre el libro impreso. Eso ajusta mucho más los tiempos y suerte que a finales de mes voy a contar con unos días de vacaciones, porque ya empiezo a agobiarme, jeje. 

    En fin, que con todo esto en mente, me he dado cuenta de que tengo un patrón a la hora de escribir, crear historias, corregir, etc.

    Primero: la idea
Desde que la idea llega en forma de chispazo hasta que comienza a tomar forma en el papel, pueden pasar meses, incluso años. De hecho hay un par de ellas que llevan mucho tiempo encontrando su momento y ahí siguen, esperando. La idea es como un fogonazo, un atismo muy sutil de algo que no sabes qué es. A partir de ahí, conviviendo con ella, pensándola, imaginándola, surge la trama del libro.

    Segundo: escritura
Después de superar el miedo a la página en blanco y de avanzar unas cincuenta páginas más o menos, cuando la historia ya va tomando forma, llega mi parte favorita. La de vivir por y para escribir. La de sumergirme con los personajes en su mundo, en sus emociones. La de ir viéndolos avanzar, crecer, tropezarse, enamorarse, sufrir... Es una auténtica pasada.

    Tercero: repaso rápido, lectoras cero y pausa
Ahora estoy en esta fase. En la de corregir por encima (lo mejor posible) y dejarlo reposar un tiempo. Antes no lo hacía así, pero la perspectiva es importante y para ello es necesario dejar pasar las semanas e incluso los meses.

    Cuarto: puesta a punto
Como voy publicando un par de libros al año, mientras la historia que acabo de terminar espera su momento, pongo a punto la anterior. Esto conlleva todo lo que he explicado antes, desde corrección hasta diseño de portada, promoción y muchas cosas más. Es una fase complicada por los nervios, la autoexigencia, las dudas...

    Quinto: publicación y comienzo de nueva historia
Una vez se ha publicado el libro, toca cambiar de etapa y sumergirse de lleno con los nuevos personajes y su nuevo mundo. La historia ha ido tomando forma durante todo el proceso de correción y así, el ciclo comienza de nuevo. 

    Como veis, algunas etapas se solapan y la única que tiene exclusividad es la de redacción o escritura. Me meto tanto en la historia que sería incapaz de ir alternánola con otra cosa y eso hace que lo vivia tan intensamente. Se me hace raro ver todo esto por escrito, porque hasta ahora era algo que solo estaba en mi cabeza, como un plantilla un tanto difusa, pero sí que tengo un patrón y espero que se mantenga por mucho tiempo más. ¿Indefinido? ¿Es mucho pedir? 

    Ahora: fase de puesta a punto y rumiar la próxima idea. Hay dos disputándose el primer puesto, pero me falta información y tiempo de observación. Saber que no me pondré a escribir hasta abril es algo que no me gusta, pero es necesario, también así lo pillaré con más ganas y espero estar lista para entonces. Quizá pruebe una estructura diferente, por mucho miedo que de eso... 

Poco más por hoy, que me despido hasta el miércoles que viene que, con lo rápido que avanza el tiempo, será después de dos pestañeos, ¿verdad? ¡Feliz semana!

miércoles, 3 de febrero de 2021

La chispa adecuada: secundarios que molan



 

¡Miércoles Addams!
¿Qué tal vais por este primer miércoles de febrero que parece primero de mayo? 

    Ultimamente La chispa adecuada está teniendo muchas reseñas y comentarios positivos y estoy súper contenta. Me alegra que os esté llegando la historia de Emma y Alex y que también estéis captando el trasfondo que hay más allá de la historia de amor. Y es que, pensándolo bien, creo que si hay algo que tienen todos mis libros es eso, trasfondo. Me gusta que las historias no se queden en la superficie, que vayan más allá, que ahonden en los personajes y también en el lector. Me gusta que el lector sienta, darle algo en lo que pensar, que le marque de algún modo, que se sienta identificado y que cuando acabe de leer necesite un ratito para procesar todo lo leído. En difinitiva, me gustaría que mis libros dejaran huella en el lector.

    Pero bueno, hoy quería hablar de los secundarios de esta historia, porque a veces alguien me comenta lo mucho que le han gustado, pero al final los principales se llevan todo el protagonismo (como debe ser) e incluso a mí, como su madre 😂 se me olvida mencionarlos. Me atrevería a decir que los secundarios de este libro son los que más peso tienen de todas mis historias. Hasta ahora había creado secundarios muy importantes y fuertes, pero pasaba sobre sus vidas un poco de puntillas. Con Cam y Carol quise profundizar un poco más y que tuvieran su propia historia dentro de la trama principal y aunque son Emma y Alex los que se llevan casi todas las líneas, ellos no se quedan atrás y creo que conseguí plasmar bastante bien lo que pretendía y darles su propia trama.

    Cameron, Cam para los amigos, es el amigo gay de Emma. Es un bombón chocolateado muy extravagante, elegante, carismático y con un gran corazón. Él va por el mundo a corazón abierto y eso solo lo hacen los valientes. Te vas a reír con él, lo sé. Es muy auténtico. El pobre arrastra una relación con El intermitente, un hombre mayor que él llamado Roberto, que no termina de salir del armario. Su apodo se lo ha ganado a pulso y está sufriendo lo que no está escrito porque él tiene claro que no se merece que nadie lo esconda, que no quiere vivir una relación en la sombra, pero Cam sigue sintiendo cosas y eso lo complica todo. Ahí reside el conflicto entre lo que sabemos que tenemos que hacer y lo que deseamos. No digo más porque ya sería demasiado spoiler, pero la historia de estos dos me encanta. 

    Carol, la sensata del grupo. Con una vida aparentemente resuelta, un trabajo fijo y un novio (ahora prometido) que es el chico ideal. Pero ella empieza a preguntarse si no hay nada más, si eso es todo, si esa rutina o estabilidad es lo que tendrá para siempre. Siente que falta algo en su relación aunque pueda parecer perfecta desde fuera (y desde dentro). Y es que ¿qué pasa si teniéndolo todo sientes que te falta algo? Carol nos da una sorpresa nada propia de ella, pero es lo que suele pasar cuando algo no termina de funcionar. Aquí también hay conflicto emocional y es tan real que mucha gente se sentirá identificada.

    Me doy cuenta tras escribir esto, que algo que también tienen en común todas mis historias es el conflicto interno. Casi en ninguna hay un malo malísimo. En mis libros el malo y el bueno está dentro de cada uno y ahí se forja la pelea, el tira y afloja, las idas y venidas. La eterna lucha entre razón y corazón, entre el deber y el querer. ¿Os suena de algo? 😇

    Pues nada más por hoy, que me apetecía dedicarles un post a estos secundarios y eso he hecho. Sin duda se lo merecen. Os agradezco enormemente los comentarios positivos sobre La chispa adecuada y espero que llegue a muchas más manos para que así siempre estén vivos. Al final, los autores creamos a los personajes, pero sois los lectores quienes los hacéis reales. 

Y con esta frase me despido hasta el miércoles que viene. ¡Feliz semana!