¡Miércoles Addams!
¿Estamos a mitad de octubre ya? Halloween is coming...😈
Bueno, que me emociono y yo venía a hablaros de algo muy diferente y de todo un hito. Porque sí, desde el 2 de junio que puse el punto final a este proyecto que me ha robado el corazón, estaba sin título. Y no será por no darle vueltas y más vueltas, pero no había manera. Hice una lista enorme de posibles títulos, después otras más reducida, comenté con lectoras cero, con algún familiar... Ninguno era el ganador. ¿Tengo que decir lo frustrante que es que te ocurra eso? Por si quedan dudas, lo digo: es horrible.
Nunca se me han dado bien los títulos y me suelen surgir de mitad hacia adelante o justo al final, pero con este nada, blanco absoluto. La historia es muy especial para mí y sentía que ninguno resumía o representaba la esencia del libro. Fue con esta última relectura, después del lanzamiento de Hemos venido a jugar y antes de retomar el #proyectorock, cuando sonaron las flautas.
Una compañera, amiga y lectora cero me dijo que sentía que el título estaba escondido entre las páginas del libro y me lo leí a conciencia a ver si encontraba algo. Ya iba por el epílogo y había perdido las esperanzas. ¡Qué frustante! Entonces lo vi. Una frase que ni siquiera me acordaba que yo lo hubiese puesto allí, pero que era perfecta. Sentí un vuelco al corazón y una emoción que me decía que ese tenía que ser el título. Aun así, hice una lista de tres y la pasé de nuevo a mis lectoras cero. Santa paciencia conmigo, jeje. Casi todas lo eligieron como favorito, así que sí, por fin, POR FIN, tengo título para #proyectoveranoinvierno.
Me he quitado un peso enorme de encima y ahora estoy todavía más enamorada si cabe de esta historia que, si todo va bien, saldra a la luz a principos de año. Febrero es un mes que me encanta. Y, si las cosas se dan como espero, volveré a publicar con mi editorial. Esto también me hace mucha ilusión, pero si por cualquier cosa no pudiera ser, lo autopublicaré felizmente con todo el cariño y mimo del mundo.
Esta es una de esas historias que me han tocado la patatita y ojalá os suceda igual. Ains, es pensar en ellos y suspirar... ¿Y la foto? Ese cielo plagado de estrellas tiene mucho que ver con ellos, pero ya no os diré nada más que me pongo a hablar y acabo diciendo hasta sus nombres jeje. De momento todo seguirá siendo secreto. Seguirán siendo míos un poquito más. Pero bueno, os digo donde se va a cocer la cosa. Es que soy blanda cual flan de huevo😂. Un pueblecino de la campiña italiana llamado Montepulciano y Edimburgo. Hasta aquí puedo decir.
Ahora toca seguir disfrutando del lanzamiento de Hemos venido a jugar que va por muy buen camino después de un mes. Acabo de retomar #proyectorock... ¡He vuelto a escribir! Wow, cuatro meses sin teclear, que se dice pronto. Me he quitado unos cuantos miedos de encima esta tarde y estoy muy emocionada. Y ya, a soñar con la siguiente publicación. Esto es un no parar y ojalá no pare nunca.
¡Nos vemos en Halloween!
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