miércoles, 27 de octubre de 2021

Reengancharme a Proyecto Rock

 


¡Miércoles Addams!

Por fin, por fin, por fin ha llegado el otoño a Murcia.

    ¿Cómo estáis? Yo hoy he tenido un buen día. Los miércoles tengo libre en mi trabajo principal, ese con nómina 😁. Mis otros trabajos que son; mamá, ama de casa y escritora, esos son indefinidos y no entienden de descansos jeje. Pues eso, que ha sido un día productivo, he podido cocinar, cosa que me encanta, echarme una pequeña siesta, escribir y pretendo leer antes de dormir, justo después de terminar esta entrada de blog.

    A lo que vamos, hoy quería hablar de cómo ha sido retomar Proyecto Rock después de tres meses. Resumiendo: no ha sido fácil. Nunca había hecho un parón igual, normalmente soy bastante organizada y mi proceso suele ser escribir del tirón la historia, mientras reposa edito y maqueto la historia anterior y una vez publicada me pongo a escribir el siguiente proyecto. Mientras este reposa edito y maqueto el anterior y así sucesivamente. Pero proyecto rock llegó para romperme todos los esquemas. 

  Llegó eurovisión. Llegaron los italianos. Y aluciné con su actuación. Y ganaron. Y comencé a buscarlos por internet, a ver su fotos y vídeos, a escuchar su música. Me enamoré. ¿Podemos decir que me obsesioné un pelín? Podemos decirlo. La idea de escribir de ellos fue tomando forma, pero tenía claro que no quería escribir la típica historia sobre roqueros. Creo que eso es lo único que sabía a ciencia cierta. Lo demás fue un dejarme llevar loco e improvisado. Me dejé caer por el tobogán de la inspiración y sin tener nada planteado, solo de puro impulso, comencé a escribir. Sabía que no podía empezar esa historia pues estaba en el proceso de maquetación de Hemos venido a jugar, pero me pudieron las ganas. Y es que hay historias que te piden convivir con ellas durante un tiempo, pensarlas, estudiarlas, y otras llegan, te explotan en la cara y tienes que vomitarlas.

   Pero claro, el tiempo no entiende de estas cosas y yo ya tenía fecha para el lanzamiento de Hemos venido jugar así que, muy a mi pesar, tuve que paralizar proyecto rock cuando llevaba poco más de 100 páginas. Eso fue a mitad de julio y no fue hasta principios de octubre cuando pude volver a retomarlo. Empecé a releer sin ninguna expectativa, pues no sabía cómo me iba a sentir. Me gustó recordar y poco a poco fui metiéndome en la historia de nuevo. Llegó el momento de escribir y me puse a ello también sin demasiadas esperanzas. Como he dicho antes, no tenía escaleta ni guion ni nada de nada. Solo una ligera idea en mi cabeza y muchas ganas de meterme de lleno en la historia. Pero esto no surgió de forma inmediata y llegué a dudar, incluso me planteé que quizá no me reengancharía de nuevo, que no lograría sumergirme en el universo de mis chicos. He de decir que también estaba pasando por mis primeros meses de embarazo, lo que es igual a tener menos energía que un alga, así que se juntó todo.

    Fue hace algo más de una semana cuando sucedió, cuando conecté de nuevo con la historia, cuando comencé de nuevo a desear tener un rato libre para ponerme con ellos. Y madrugué felizmente el fin de semana para darle a la tecla. Y estoy in love con proyecto rock. ¿Lo feliz que me hace eso? Muchísimo. Sigo sin escaleta, pero creo que voy a avanzando a buen ritmo y que llegaremos a buen puerto. Espero. Proyecto rock es una historia muy diferente. Abarca muchos más tiempo que cualquiera de mis otras historias, hay varias voces, creo que la fecharé, es un tema del que nunca he escrito y tiene una estructura diferente. Y meterme en todo esto sin un planteamiento básico es una locura, lo sé. Pero a la vez estoy disfrutando tantísimo que solo puedo dejarme llevar. Para seguir con la tradición, no tengo ni idea de cómo o cuándo va a acabar. ¡Estoy como una cabra! Pero repito, muy muy feliz.

Y con semejante tocho me despido. Ahora toca leer un poco y luchar contra las ganas de chocolate que me están llamando desde la cocina. ¿Lo conseguiré?

Nos vemos en noviembre.

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