Todo empezó
con unas inocentes clases de yoga.
Sophie
necesitaba prepararse para un papel y Yago estaba dispuesto a dárselas por un
módico precio.
Spoiler: de
inocentes no tenían nada y el precio era desorbitado.
Sophie
brilla, sueña, lucha, cree, confía, ríe, disfruta, vive.
Sophie tiene
un plan y, cuando ella planea algo, el mundo entero tiembla.
Yago se
estremece.
Yago es
chico de aguas mansas, de chacras y aguacates. No cree en la magia y cuenta de
cinco en cinco.
Y cuando dos
planetas tan distintos colisionan… Toca replantearse las leyes de la física.
¿Estáis
preparados? ¡Que comience el juego!
Como es costumbre en mí, no digo gran cosas en mis sinopsis, pero digo más que suficiente para que se intuya que esta va a ser una historia fresca, ágil, divertida, alocada, y también con un toque de profundidad y de tira y afloja. ¡Las ganas que tengo de que Sophie vuelva a aparecer en escena! Y de conozcáis a Yago, claro. Me han hecho pasar muy buenos ratos estos dos (y compañía) y espero que así se transmita.
Sin tiempo de más, ¡hasta el miércoles que viene!
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