miércoles, 7 de abril de 2021

Entrevista a Alex de La chispa adecuada


¡Miércoles Addams!
¡Último miércoles antes de Inevitables! Ains...

    Hoy vengo con un cambio de tercio, para intentar olvidar un poco que solo faltan dos días para la publicación de Inevitables y que puede que me de un ataquito. En serio, necesito que salga ya porque ahora mismo todos son preguntas sin respuesta, dudas y tensión. 

    Por eso está aquí Alex, el chico más libre, relajado, peace and love y buenrollero que conozco. Tenía pensado subir hoy este post y justo ayer una chica me escribió para decirme que acababa de leerse el libro y que le había encantado. Me llenó de palabras bonitas hacia esta historia y me hizo muy feliz. Encima ha subido a Instagram una foto alucinante y una reseña maravillosa. Gracias, gracias y gracias.

    La editorial Kamadeva me dio la idea y la oportunidad de participar en su revista, que desde aquí os recomiendo visitar encarecidamente, y fue toda una experiencia esta primera entrevista a uno de mis personajes. La revista es gratuita y se puede leer en la web de Kamadeva www.kamadevaeditorial.com. Hay muchos artículos de lo más interesantes sobre lecturas, escritura, consejos, relatos... de todo un poco. En este número de abril ha salido publicada la entrevista a Alex y aprovecho para dejarla por aquí también. Espero que os guste y no descarto hacer alguna más. ¡Fue de lo más divertido!

Y ahora sí, os dejo con la entrevista. Si sobrevivo al lanzamiento de Inevitables... ¡Nos vemos el miércoles que viene!

Entrevista a Alex, de La chispa adecuada

 

—Hola, Alex. Mi nombre es Noemí. Llevaba mucho tiempo queriendo hacerte esta entrevista, pues tu estilo de vida me genera muchas preguntas. ¿Estás preparado?

—Hola, Noemí. Encantado. Claro que sí, pregunta lo que quieras.

—Gracias. Lo primero que quiero preguntarte es algo que ha generado bastante polémica, ya que mucha gente no comprende cómo consigues vivir «con lo puesto», como se suele decir. ¿Puedes ser franco y decirnos de dónde sale el dinero?

—¡Vaya! No te andas con rodeos, me gusta. Verás, resulta que cuantas más posesiones tenemos, más dinero nos hace falta para mantenerlas. Cuando te liberas de todo y decides vivir como un nómada, te das cuenta de que todo es mucho más sencillo de lo que parece. Ya sabéis que me saco mi dinerillo dando clases de surf aquí y allá, y con eso tengo de sobra para comer, alquilar las tablas y viajar. Tengo la gran suerte de conocer a mucha gente y siempre tengo dónde hospedarme, así que tampoco es que necesite mucho más.

—Sí, eres un suertudo, porque me atrevería a decir que vivir así es el sueño de cualquiera.

—No te creas. No todo el mundo vale para esto. Muchos de los que se quejan de sus trabajos de oficina y del ritmo de vida, son los que menos se plantearían un cambio de vida así. A la gente le gusta tener trabajos, tener propiedades, coches y dinero. Mucho dinero. Incluso diría que a mucha de esa gente le gusta sentirse atada, cuando lo que más ansiamos es la libertad, ¿no te parece curioso?

—Desde luego y comprendo lo que quieres decir. ¿Te consideras, por tanto, una persona libre?

Desde luego. Mis padres me enseñaron a ser libre desde que nací. La libertad es algo que puede aprenderse o desaprenderse, ¿sabes?

—¿Y eso cómo sería?

—Si desde pequeño te dicen que eres libre para hacer, sentir, o pensar lo que quieras, te lo crees y por lo tanto, lo eres. Es cuestión de práctica y de no dejarnos contaminar. Por el contrario, si te dicen que tienes que ser de una determinada forma, pensar de una manera concreta, e incluso te dicen lo que tienes que sentir, pues también acabas creyéndotelo y terminas siendo así. Somos moldeables y lo somos desde que nacemos hasta que morimos, así que está en nosotros el cambio.

—Eso que dices es muy profundo, pero admite que no es fácil.

—Algo es fácil si quieres que lo sea. Si quieres que sea difícil, también lo será. Es una cuestión de enfoque, de intenciones.

—Ya, pero no todo depende de nosotros. Hay situaciones muy crueles que nos dejan sin margen de maniobra. ¿Cómo gestionamos eso?

—¿Te digo una frase que me encanta? No se trata de lo que te pasa, sino de lo que tú haces con eso. A todos nos ocurren cosas ¡eso es la vida! Pero tenemos que saber gestionar, soltar peso, centrarnos en lo verdaderamente importante y pasar página. ¿Qué es para ti lo más importante?

—¿Para mí? ¿Por qué no me respondes tú a eso? Seguro que es mucho más interesante.

—Lo más importante para mí es disfrutar de la vida. Sentir. Y sentir bien. Dar las gracias por lo que tenemos, ser amable, regalar una sonrisa, darte tiempo para hacer lo que te gusta y saber disfrutar de las cosas sencillas. Para mí esa es la clave, pero entiendo que esta fórmula no le funcione a todo el mundo. Al final, todos somos diferentes y eso también está bien.

—Vale, eres adorable y ya me tienes en el bote. ¿Te parece si te hago unas preguntas un poco más superficiales? Para relajar un poco…

—¡Claro! Ja ja ja. Adelante.

—¿Cuál es tu lugar predilecto para practicar surf?

—No puedo elegir solo uno. Australia es alucinante, Sudáfrica, Hawái, Costa Rica, Bali… Creo que estos serían de mis favoritos.

—Si tuvieras que quedarte a vivir en un lugar fijo, ¿cuál sería?

—¿Por qué me haces esto? No puedo contestar. Todos los lugares me parecen perfectos siempre que tengan playa, pero no puedo elegir. Necesito moverme por el mundo tanto como coger olas.

—Te la concederé como buena. ¿Comida favorita?

—Estar siempre de un lado para otro te hace que no seas nada exquisito en este tema. Cualquier cosa que quite el hambre y puedas pillar fácilmente. Eso sí, me gusta comer sano.

—Vale, pues dinos una cosa que nunca comerías y algo por lo que sientas debilidad.

—Nunca comería nada vivo o en peligro de extinción y mi debilidad, sin duda, el helado. Me flipa.

—¿El helado? Qué curioso. ¿De qué sabor?

—Me gustan todos, ¡es como una especie de obsesión! Pero creo que me quedaría con el de fresa, sí. Podría alimentarme básicamente de helado.

—Chico de gustos sencillos hasta para el helado. Venga, te pongo en el último aprieto. Siendo tan práctico, no creo que tengas problemas para elegir. Si tuvieras que elegir solo cinco cosas para pasar el resto de tu vida, ¿cuáles serían?

—¿Cinco?… Te lo rebajo a tres. Ja ja ja.

—Encima con guasa. Venga, sorpréndenos.

—Una tabla de surf, eso es imprescindible. Libros, ya que paso mucho tiempo solo y me encanta leer. Y… voy a ser práctico y voy a decir en tercer lugar el protector solar. Aunque en realidad, y no es por presumir, creo que podría empezar de cero en cualquier parte. Se me da bien conocer gente y ganarme la vida, y lo demás podría ir consiguiéndolo poco a poco.

—Está claro, lo de ser nómada lo llevas en la sangre. ¿Quieres añadir algo más antes de acabar?

—Sí, y aunque suene a tópico, tengo que decirlo. Solo tenemos una vida. Vívela como realmente quieras, te lo mereces.

—Vaya, precioso final… Un placer pasar contigo este rato, Alex. Te deseo lo mejor allá por donde vayas. Gracias por dejar que te conozcamos un poco más.

Igualmente y gracias a ti. ¡Carpe diem!


 

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