¡Miércoles Addams!
Creo que debería ir cambiando el saludo, hoy es domingo.
Domingo de Ramos. Sí, estamos ya en marzo.
Pues no sé cómo ha pasado, pero el blog no miente, la última entrada fue en diciembre, el post de las mejores lecturas del año pasado. Recuerdo que estaba yo en plena fase inicial de escritura con Proyecto Mellizos, pero tuve que pausarlo después de Reyes para ponerme con el relanzamiento de Mi pequeña Mon.
Mon petite Mon, publicada con la editorial Kamadeva en 2019 volvió a mí y decidí reeditarla por completo. Ahora se llama Mi pequeña Mon, tiene nueva portada, un interior remodelado y quiero pensar que mejorado. Porque no, no es nada fácil reeditar una novela que ya tiene algunos años, pero estoy contenta con el resultado.
La fecha elegida fue el 29 de febrero, aquí la friki de los números, y estoy alucinando mucho con la gran acogida. Algo me decía que iba a ir bien, tal vez por la portada, qué sé yo, pero todo fue rodado con ella y la estáis leyendo mucho. Yo, por supuesto, más feliz que una perdiz.
El lanzamiento me pilló de viaje en Barcelona, el primer viaje que hacíamos los cuatro en familia en avión. Se preveían resultados catastróficos, pero... todo salió maravillosamente bien. Los peques se portaron de cine, comimos de lo lindo, pateamos la ciudad, vimos la exposición de Harry Potter, la playa. Y lo curioso de todo esto es que mientras mi novela ambientada en Barcelona llegaba a vuestras manos, yo estaba visitando la ciudad por primera vez.
¿Qué pasó después? Me tomé un par de días de descansó y retomé Mellizos, me moría de ganas por seguir con esa historia. Como hice un parón tan grande, de mes y medio, tengo la sensación de que llevo mucho tiempo con este proyecto, pero en realidad ahora son unos cuarenta días de escritura. Estoy notando que tengo menos tiempo para sentarme a escribir, pero cuando lo hago la historia fluye solita, lo cual es una delicia. ¡Cómo lo estoy disfrutando!
Ayer, después de escribir 4.000 palabras en una tarde, me di cuenta de que me queda muy poco para el final. ¿Estoy lista? Ni de lejos. Dejé planteados los siguientes y últimos capítulos, yo habría seguido escribiendo, pero los peques me reclamaban. Pude dejar por escrito lo que va a ser el final porque ahora que estoy tan cerca, por fin puedo verlo. Lo he comentado en varias ocasiones, nunca sé cómo va a ser el final de mis libros, no logro visualizarlo hasta que llego a los capítulos anteriores, lo que lo convierte en toda una sorpresa. Gente, menudo final épico va a ser este, no digo más.
Y así, a grandes rasgos, os he resumido el primer trimestre del año. ¿Mis planes para las próximas semanas? Terminar Mellizos, llorar un poco. Regalarme dos días libres. Meterme de lleno con Proyecto Toscana, que saldrá en junio. Cuando esté bonita y perfecta, volver a enfrascarme con una historia nueva. ¿Cuál? Creo que es la primera vez que no tengo ni idea. Tengo muchas cosas en la cabeza, pero no sé qué saldrá de ahí. Ahora mismo, tampoco me importa, me gusta que la historia llegue a mí de manera natural, no salir yo en su busca.
Matt y Damon, nos queda el tramo final, pero yo ya os estoy diciendo adiós. Lo difícil que va a ser teneros guardados en el cajón viendo lo de moda que se ha puesto el sport romance, eso ya lo comentamos otro día.
Feliz Semana Santa, vacaciones, o lo que tengáis.
Nos vemos... algún día de estos.
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