El tiempo es ese señor que te persigue y espera a partes iguales

Quise plasmar este escrito en mi libro "Las cosas que algún día te diré" y es uno de los que mejor define la constante luchar que nunca acaba. Últimamente me siento muy identificada y como escribí en el prólogo: 

"El tiempo es ese señor que te persigue y espera a partes iguales". 

"Háblame del tiempo, dime por qué dura tanto y tan poco. Dime por qué es tan relativo que llega a doler. Dime y explícame bien, si en realidad existe o nos lo hemos inventado. Necesito que me expliques por qué se me escapa entre los dedos y se me hace tan pesado a la misma vez. Por qué no puedo más que dejarme estar. Por qué peleamos con algo tan inexorable. Dime, si crees que somos meras marionetas y que no deberíamos pretender ser nada más. Dime si conviene luchar o dejarse vencer"

Mientras intento no volverme loca con el sonido de las agujas, sigo escribiendo. El sonido de las teclas me relaja de tal manera, que me faltan horas para escribir todo lo que tengo en el coco, aunque de momento, no voy nada mal y tengo varios proyectos en marcha.

- "Vuela conmigo" ya tiene su segunda y última parte. El segundo título de la bilogía es "Siempre contigo" y confieso que sigo enamorada de ella. 

- He escrito un libro nuevo totalmente diferente que se titula "Mon petite Mon" y me alegra decir que ya hay por ahí alguna lectora cero enganchada a él. 

- He comenzado por fin, una novela bastante más oscura y sangrienta. De momento no puedo decir nada más, porque como siempre me pasa, nunca sé qué voy a escribir en la página siguiente. 

- Y sí, ya sé sobre qué tratará la próxima... ¿ciencia ficción? 

Seguiré informando...

Perfecto en su imperfección

"Fuegos de Sol" es mi primer libro. Un proyecto surgido de la nada o surgido quizá, después de mucho. Sin pretenderlo, sin esperarlo, sin planearlo. Surgió, como surgen las mejores cosas, totalmente de imprevisto y explotándonos en la cara de la forma más surrealista.
"Fuegos de Sol" es como ese peluche o juguete que guardas desde la infancia y del cual te niegas a desprenderte, por mucho que le falte un ojo, una mano o esté pintarrajeado de pies a cabeza. Es algo especial que por mucho que sea imperfecto o inacabado, guarda la esencia de lo realmente importante: los recuerdos que guardas junto a él. Por eso no lo edité. Por eso no corregí las tildes que ya no deberían estar, las comas mal situadas, ni los espacios o márgenes. Porque para mí, es perfecto en su imperfección. Es así como surgió y así es como quiero que se lea. Os dejo por aquí la entrada que elegí para el día de hoy:

FUEGOS DE SOL: TRANSFORMÁNDOME EN IMÁN (miércoles, 21 abril del 2010)

Te llamo a fuego vivo, te llamo en sueños, te llamo telepáticamente.

Te llamo y te ansío y te absorbo sin tenerte.

Intento traerte hacia mí con toda la fuerza que me queda.

Agotada de desearte me sobra pasión para esperarte.

Sigo llamándote a cada momento, mi mente es un bucle que solo sabe pronunciar tu nombre.

Mi mente ya no es mía, tú la abarcas toda, la llevas contigo y me dejas desnuda y desamparada en este desierto emocional en el que vivo sin ti.

He puesto toda mi energía en convertirme en imán para atraerte porque sabemos de sobra que somos totalmente polos opuestos.

Mi polo positivo ansía tu polo negativo.

Sigo con la trasformación, ya me queda poco.