¿Habéis pensado alguna vez en la importancia de darse cuenta? No importa cuánto nos lo digan, nos adviertan, que nosotros mismos los sepamos o que nos lo escriban en carteles luminosos. Hasta que el cerebro no hace "clic", todo lo demás da exactamente igual.
FUEGOS DE SOL: DARSE CUENTA (domingo, 19 septiembre)
Por la calle número tres voy andando sin tacones, rozándome
con la hierba mojada.
Una mancha verde aparece en mis zapatos. Me los quito. Me
duelen los pies.
Un todo terreno pasa por mi lado y me empapa al pisar un
charco. Me quito la ropa. Hace frío.
Busco en mi bolso algo que me pueda ser útil, pero sólo
encuentro un paraguas.
Miro al cielo. Está gris. Me miro las manos. Están
mojadas.
Miro la carretera y un río de agua corre cuesta abajo.
De repente se me cruza un gato corriendo.
¿Por qué corre ese gato? Es como si huyera del agua.
Y entonces, sólo entonces me doy cuenta... ¡Está
lloviendo!
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