No puedo más que agradecer a todos y cada uno por la enorme acogida que está teniendo "Mon petite Mon". A todos los que me acompañasteis a la presentación el pasado 24 de abril, no solo por estar allí, que eso ya es mucho, sino también por comprar el libro y querer que os lo firme. (Aprovecho para pedir disculpas por la letra y por lo que puse en cada dedicatoria que, con los nervios del momento, fue complicado). A los que no pudisteis estar pero tuvisteis el detalle de acordaros, pedir que os reserve un libro, compartir las cosas por redes sociales, etc.
Pues bien, la presentación superó todas mis expectativas, hubo muchísima gente y pese a mis temores, no me quedé muda, ni tartamudeé, ni me entró un ataque de risa, ni de pánico... Vaya, que cogí todos mis miedos y me enfrenté a ellos de la mejor manera que pude.
Algo así le pasa a Mon, la protagonista de esta historia y es que el miedo puede llegar a ser tan poderoso como el amor, pero tenemos que luchar porque sea esto último lo que acabe ganando la batalla, ¿verdad? ¿Sabéis de qué hablo? ¿Os habéis leído ya el libro? Sé que más de una se ha enganchado y se lo ha terminado en dos días. ¡No puede haber mayor alegría para mí que escuchar algo así!
Con esta primera y positiva experiencia, estoy preparando los bártulos para irme dentro de un mes a la Feria de Libro de Madrid. una oportunidad tan grande y surrealista que casi me parece una broma (no me lo creeré hasta estar allí).
Mon, te escribí de una forma tan relajada, todo surgió tan natural... Lena, Marc, Nicco (me pregunto si el nombre de este último habrá sido mi amuleto...), tu gata Daisy, Elsa, el té, el café, el diván, Francia, tu padre, el cuaderno, la moto y hasta Madagascar. Jamás me imaginé estar viviendo algo así y esto hace que quiera seguir escribiendo más que nunca.
De nuevo, ¡mil gracias por todo!
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