jueves, 7 de septiembre de 2017

Cerebros de zombie



Los días grises me da por reflexionar. Agradezco que en Murcia apenas llueva, porque tengo comprobado que pensar demasiado puede ser muy peligroso. Aunque de vez en cuando, es necesario y hasta me atrevería a decir, obligatorio.

FUEGOS DE SOL: CEREBROS DE ZOMBIE (domingo, 10 de enero)

"Dudo de todo, pero al dudar estoy pensando, y si pienso existo"- René Descartes.

Muchas versiones se han hecho de esta famosa frase que un día me enseñaron en el colegio y que me ha acompañado desde entonces. Por más que me la he repetido durante años pensando entenderla, no ha sido hasta este momento cuando creo haberla comprendido completamente. Y digo creo, porque ni siquiera de eso estoy segura. Como bien dijo el sabio, hay que dudar de todo. Y no me refiero a convertirte en una persona desconfiada y maliciosa, sino que hay que cuestionar.

No tomarse nada como una verdad absoluta, ni repetir como loros frases o comportamientos que estamos acostumbrados a ver, como si ése fuese el único modo. Hay que dudar de lo que te dicen siempre, hasta los profesores o médicos. Atrévete a sacar tus propias conclusiones. Emplea la lógica y déjate guiar por tu instinto. Investiga. ¿Qué podría pasar? Que descubras algo diferente de algo por años repetido, o de algo dicho a través de los tiempos. Hay que cuestionar.

Porque no estamos en coma, podemos pensar y preguntarnos ¿por qué? Esa pregunta tan usada por los niños y tan sabia. Todo tiene un por qué y que no lo sepamos no significa que algo deba ser así sin más. Así dejaríamos de ser zombies, con el cuerpo vivo pero con el cerebro muerto. Y lamentablemente, la gran mayoría de nosotros lo somos. Aceptando como buenas las cosas que nos dicen o enseñan, sin ni siquiera cuestionar, sin usar el cerebro, olvidando la lógica y el deseo de descubrir, el poder de investigar y la ilusión de aprender por ti mismo.

Qué gran felicidad el descubrir algo por ti mismo, sólo por el hecho de habértelo cuestionado y aventurarte a seguir un  camino distinto al resto, sólo para ver hacia donde te lleva. Pero esto requiere energía y esfuerzo. No apto para todos. Es más fácil seguir la muchedumbre y repetir como loros, sin ni siquiera entender lo que estás diciendo. Es más fácil no pensar, simplemente prolongarte.

Pues yo prefiero ser el individuo diferente, que se aleja del resto, que duda hasta de su sombra. Porque hay miles de posibilidades diferentes y cada camino conduce a varios distintos. Prefiero existir, por lo tanto pensar, y por consiguiente dudar. Porque en la duda está la verdad, la sorpresa y el descubrimiento. Y qué mayor tesoro que descubrir, que ver de repente luz en algo que había permanecido a oscuras. Revelación. Sólo unos pocos son los afortunados y yo sin duda, o quizá con ella, soy uno de esos. 

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